Al día siguiente, cuando ya se le había pasado la risa tonta, se dio cuenta que le dolia todo el cuerpo.Ese día justamente en el colegio tenia Educación Física y no podía ni moverse. Le explicó al profesor como pudo que el día anterior se cayó en un charco pero le entró de nuevo la risa floja y no podía parar. Le dolia todo.
El profesor no se lo creía y por eso mismo le mandó correr durante 20 minutos y hacer 50 abdominales, para que aprendiera a no mentir.
Ese día no pudo quedarse todas las horas de clase.Estaba muerto.
Su madre le fue a buscar y le dejó tumbarse durante todo el día.
Al día siguiente, cuando volvió al colegio, se encontró con su profesor de Educación Física y le dijo que ya estaba recuperado al cien por cien y que el próximo día podria correr y hacer los abdominales perfectamente.
jueves, 7 de mayo de 2009
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