jueves, 7 de mayo de 2009

Marcos & Kike

Puesto que no paraba de reirse sus amigos le propusieron descargar un poco de adrenalina en el parque de atracciones.
Al llegar allí sus dolores no cesaban y era ya insoportable, entonces sus amigos le llevaron de inmediato a la atracción más inpresionante del parque.
Al llegar, no tardaron mucho tiempo en montarse ya que en aquella atracción no solía montarse mucha gente porque había tenido muchos problemas.
Se montaron. Durante todo el viaje no paró de reirse y sus amigos dieron el caso como perdido. Se quedaron sin esperanzas que pronto recuperarian al acabar el viaje.
Al final todo se habia quedado en que al chaval le faltaba una pequeña dosis de adrenalina. Y a ti, también.

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