Os incluyo en esta entrada un texto que forma parte del concurso de Coca-Cola. Por cierto, es la última ocasión de participar porque termina el 15 de mayo...
Este texto pertenece al taller de escritura llamado "Taller de la felicidad" y lo que tenéis que hacer es acabarlo,darle un final siguiendo el estilo del texto inicial.
Esa es la tarea para hoy. Lo primero es escribir ese texto.Cuando yo los haya revisado los vais a incorporar al taller del concurso. Recordad que debéis poner vuestro nombre en la entrada del blog.
Este texto pertenece al taller de escritura llamado "Taller de la felicidad" y lo que tenéis que hacer es acabarlo,darle un final siguiendo el estilo del texto inicial.
Esa es la tarea para hoy. Lo primero es escribir ese texto.Cuando yo los haya revisado los vais a incorporar al taller del concurso. Recordad que debéis poner vuestro nombre en la entrada del blog.
Los que no estáis inscritos aún podéis hacerlo.
(Tenéis un enlace en el blog para entrar en la página):
taller 3ºA contraseña ASPG67
Este es el texto creado por chicos de Barcelona. Otros ya lo han continuado y podéis ver cómo lo han hecho entrando en la página del taller que os he mencionado:
Barcelona (Barcelona)
Risa non-stop 01/04/2009 18:03
No podía parar de reír, le dolía la caja torácica de tanto hacerlo y las lágrimas que sus ojos derramaban apenas le dejaban ver más allá de sus narices. Estaba a punto de hacerse pipí encima. Aunque, de hecho, notaba que ya tenía los pantalones totalmente mojados , embarrados. Y eso le provocaba todavía más risa. No había para tanto, la verdad. Pero no podía evitarlo. Ni siquiera era capaz de levantarse del suelo. Se le habían instalado unas cosquillas en la boca del estómago que le provocaban esas carcajadas desenfrenadas que parecían no tener ni justificación ni fin. En el fondo sabía que, cuando ese episodio de locura acabara, encontraría un montón de caras estupefactas preguntándoles "de qué iba todo aquello" y que le dolerían los músculos de la barriga como si hubiera realizado cien abdominales. Pero no había manera; su cuerpo estaba dominado por la risa y no obedecía sus órdenes. Seguramente, cuando lograra finalizar aquel espectáculo, sentiría un atisbo de vergüenza y, a lo mejor, se sonrojaría y todo. Pero, ahora, no podía hacer otra cosa: reír y reír. Nunca había practicado el puenting ni se había lanzado en parapente, pero tenía la sensación que la adrenalina se había disparado como si se hubiera tirado del puente de Brooklyn o desde la cima del Everest. Sabía que sólo se había caído de culo en un charco, y que no había para tanto. pero no podía evitar partirse de risa.
taller 3ºA contraseña ASPG67
Este es el texto creado por chicos de Barcelona. Otros ya lo han continuado y podéis ver cómo lo han hecho entrando en la página del taller que os he mencionado:
Barcelona (Barcelona)
Risa non-stop 01/04/2009 18:03
No podía parar de reír, le dolía la caja torácica de tanto hacerlo y las lágrimas que sus ojos derramaban apenas le dejaban ver más allá de sus narices. Estaba a punto de hacerse pipí encima. Aunque, de hecho, notaba que ya tenía los pantalones totalmente mojados , embarrados. Y eso le provocaba todavía más risa. No había para tanto, la verdad. Pero no podía evitarlo. Ni siquiera era capaz de levantarse del suelo. Se le habían instalado unas cosquillas en la boca del estómago que le provocaban esas carcajadas desenfrenadas que parecían no tener ni justificación ni fin. En el fondo sabía que, cuando ese episodio de locura acabara, encontraría un montón de caras estupefactas preguntándoles "de qué iba todo aquello" y que le dolerían los músculos de la barriga como si hubiera realizado cien abdominales. Pero no había manera; su cuerpo estaba dominado por la risa y no obedecía sus órdenes. Seguramente, cuando lograra finalizar aquel espectáculo, sentiría un atisbo de vergüenza y, a lo mejor, se sonrojaría y todo. Pero, ahora, no podía hacer otra cosa: reír y reír. Nunca había practicado el puenting ni se había lanzado en parapente, pero tenía la sensación que la adrenalina se había disparado como si se hubiera tirado del puente de Brooklyn o desde la cima del Everest. Sabía que sólo se había caído de culo en un charco, y que no había para tanto. pero no podía evitar partirse de risa.
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